3/17/2009

Moreno en www.latabla.cl


Una entrevista a Moreno en la revista la tabla, esta muy buena. Felicitaciones Waro.
La primera impresión que tienen nuestros sentidos cuando escuchamos determinada música es la superficie de un proceso creativo mucho más complejo. Cuando escuchamos Moreno, podemos pensar que es una simple banda pop. Pero sin duda, no es lo mismo el pop hecho por un sujeto que posee una historia demasiado “errante”. Y digo errante, porque su música te invita al desplazamiento, porque tal vez está construida desde ahí. Y a la vez entendiendo viajar no sólo por espacios, paisajes, pueblos y ciudades. Sino que viajar desde distintas fronteras musicales, pasar de extremos que el común de la gente cree inconciliables, que son a mi juicio lo que le da toda la potencia y atmósfera a esta experiencia llamada Moreno. Porque nadie imagino que después de algunos años, aquel frenético guitarrista de Silencio Absoluto, sacaría este as bajo la manga, lleno de melancolía, ironía, energía y juego. Existen dos buenas razones para hacerse adicto a su música: aquellas canciones en que el silencio dialoga con la guitarra y te regala momentos de introspección inigualables y otras, en que dejas de estar tirado en tu cama y el mejor plan es salir a moverte por la ciudad en busca de acción.

Y en este momento planteo dos juegos imaginarios: un fin de semana en la playa con Syd Barret y John Frusciante, mientras Guaro termina de hacer fuego y alargar una conversación interminable. Segundo, Guaro patinando por una ciudad en un atardecer, contemplando, saludando a amigos que encuentra a su paso y tomando la guitarra al anochecer. Con estas coordenadas el desplazamiento en que siento que se gestan los acordes de Moreno, son el efecto que también provoca en nuestras mentes y cuerpos. La invitación a no quedarse en las fórmulas, de atreverse de jugar y remitirse a uno de los elementos esenciales de la filosofía punk: hacer las cosas a tu manera y por ti mismo. A la vez la capacidad de crear universos lisérgicos en que te transportas a texturas propias de fines de los 60 pero reinstaladas en un juego minimalista incesante e impredecible.

Al escuchar los discos de este solitario guitarrista, te conectas con la libertad creativa que va dejando a su paso. Se percibe el placer de saltarse la rigidez de los cánones y cómo disfruta pensando en canciones que son registradas cuando y cómo él quiere. Lo primordial en su trabajo es hacer música, pensar en canciones, vivir en melodías, sonidos y ruidos. Más que la prolijidad, lo fundamental es el acto creativo y la posibilidad de concretarlo. No habría vida sin canciones, por lo tanto aquí se refleja la vida con sus simplezas y complejidades. Una especie de síntesis entre el ruido, las palabras, los acordes, emisiones de radio, voces. Todo lo que podría ser escuchado puesto en un track, volcado en una cantidad de minutos y organizado para ser experimentado desde la particular mirada de la música que nos ofrece.
La sensación que más me conmueve de sumergirme en la obra de Moreno, es aquella de imaginar que estás en una escena de una película de Gondry o en algún largometraje de cine independiente norteamericano; o en medio de un viaje por pueblos costeros que mezclan la playa con el campo. Y la otra sensación, la más adrenalínica, menos conmovedora pero más estimulante, de salir del metro y ver como la gente pasa a tu lado, mientras un plano muy cerrado cae sobre tu rostro feliz.
Por: Cristián Olea F.
www.myspace.com/morenoysuonda

No hay comentarios: