3/19/2008

Santos del Mar : Dos Surfistas nacionales protestan contra Celco


Un gran gusto me da publicar esta noticia, y sobretodo estar tan cerca a los protagonistas. Justo cuando me encuentro filmando las últimas partes de Chile Oculto junto a Cristian Merello en alguna playa del sur de Chile, Ramon lo llama para decirle que su Proyecto Santos del Mar, ya había sido publicado en El Mercurio del Lunes 17 de Marzo.

Funar la Ola? Si, simple y claro. La Razón? Esta frente a CELCO, esa barbaridad que lo único que merece es nuestra crítica.

Felicitaciones a todo el equipo y a los riders Merello y Navarro.


Noticia publicada en El Mercurio por JAVIER CEPPI B.

Un tubo de ocho metros, dos kilómetros mar adentro frente a una caleta de la Séptima Región, es el nuevo logro de Cristián Merello y Ramón Navarro, quienes lo corrieron la semana pasada.

Los especialistas nacionales, quienes llevan dos años en la búsqueda, dicen que el lugar tiene un potencial tremendo y creen que se producirían marejadas de hasta 15 metros, algo inédito en el mundo. El mar estaba muy extraño en Buchupureo (Octava Región): había mucha corriente y demasiada espuma. Por eso, Cristián Merello decidió volverse a Pichilemu. Llevaba media hora de viaje cuando, a la altura de Loanco (ya en la Séptima), advirtió un peculiar spray de agua en el aire. Detuvo su camioneta en el camino costero, posó su mirada dos kilómetros mar adentro, sacó su cámara de video y se sentó a esperar.

Lo que vio una hora después es sólo el comienzo de la historia de cómo dos surfistas nacionales pudieron correr una de las olas más grandes que se hayan conocido en el país y en el mundo (ver recuadro).

Aunque para el rider fue "mucha suerte el haber podido encontrar una tan enorme", el descubrimiento no es obra de la casualidad: desde 2006 viene trabajando con Ramón Navarro en el "Red Bull South Swell", un proyecto que tiene el objetivo de hallar en Chile la ola más descomunal del planeta.

Lo primero que hizo Merello tras ver el video en su PC fue llamar a su colega. El también nativo de Pichilemu constató que el tema iba en serio, por lo que pronto tomaron medidas. Navegando por internet, conocieron las condiciones de viento, de marea y las propiedades del mar en ese terreno. Después se consiguieron la carta naútica del lugar a través de la Gobernación Marítima.

"Ahí tuvimos que ver dónde quebraban las olas, cuál era la profundidad del mar, cómo se comporta regularmente la marea y cuál es la rompiente. Teníamos que hacer eso para asegurarnos que fuera realmente algo grande, aunque ya los pescadores del lugar nos habían advertido que era importante, todo un fenómeno", cuenta Navarro.

El gran hallazgo

Con todo eso listo, vino el primer intento por dominar el tubo. A fines del año pasado, revisando internet, encontraron datos de un día en que la marea iba a estar particularmente fuerte. Y se lanzaron al mar. Pero ese día no tuvieron suerte.

"Había una tormenta que hacía imposible correr la ola. Corría demasiado viento y no eran condiciones buenas, así que lo tuvimos que dejar para después", recuerda Navarro.

Y la fecha se cumplió. La semana pasada, tras revisar las condiciones marítimas por una semana, Merello, Navarro, el fotógrafo Rodrigo Salas y los camarógrafos Ignacio Navarro y Pablo Yáñez, hicieron el trayecto de Pichilemu a Loanco, playa donde alojaron para salir a buscar la ola al día siguiente.

"Nos levantamos como a las 5 y media de la mañana, cuando todavía estaba de noche. Ahí arreglamos todas las cosas, las dos motos que íbamos a llevar mar adentro, las provisiones y esperamos que amaneciera", repasa Merello. "El día estaba con mucha neblina, no se veía nada, asi que me empecé a preocupar. Anduvimos una media hora en las motos hasta que encontramos el lugar. Ahí nos quedamos hasta que despejó", complementa Navarro.

Lo que observaron ahí los sorprendió: olas tubulares perfectas, de unos ocho metros de alto, "como en ningún otro lugar del mundo", asevera Merello. "No se puede explicar lo que sentí cuando me tocó correrla, era un tubo impresionante. Era como que me salía del cuerpo y mi mente encontraba sólo felicidad", añade.

Sin embargo, lo que más llama la atención es que, para ambos surfistas, la ola todavía no alcanza su plenitud. "En invierno, con la marea perfecta, debería ser de unos 15 metros. Eso sería algo único en el mundo. En ninguna parte se da eso, un tubo que no se achata nunca y de esas dimensiones. Lo único que espero es que pueda correrla", prevé Navarro.

"Esto es fruto del trabajo que hemos hecho para encontrar la ola perfecta en Chile. Lo hacemos para dar a conocer nuestro deporte y porque queremos ser nosotros y no gringos, los que la descubran en nuestro país. Ahora seguiremos buscando en el sur", anticipa Merello, quien ya le tiene nombre a su descubrimiento. "Santos del Mar".

Alegría

"No puedo explicar lo que sentí cuando me tocó correrla. Era como que me salía del cuerpo y mi mente encontraba sólo felicidad".

RAMÓN NAVARRO

Los otros fenómenos

California parece ser la meca de los surfistas: es el lugar que tiene la reputación de contar con las olas más grandes del mundo. Si bien es una fama que también se ha mitificado por el cine, no escapa tanto de la realidad. En la costa suroccidental de Estados Unidos, de hecho, están la famosa "Ghost Tree", una ola que puede alcanzar los 14 metros de altura, y la "Mavericks", de dimensiones parecidas.

Sin embargo, poco a poco se han ido sumando nuevos lugares a esa lista: España, con Playa Gris, donde se pueden ver marejadas de 13 metros; Sudáfrica, con Dungeons, donde se aprecian olas de similar altura: y Tahiti, con la playa Teahupoo, donde se encuentran los mayores tubulares del planeta, con alrededor de ocho metros. Estas últimas rivalizan con las encontradas en Chile, que, si llegan a los 15 metros, como proyecta Ramón Navarro, se convertirían en un fenómeno único en el planeta.

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